jueves, 13 de noviembre de 2014

Entre soñar y soltar

Este fue un invierno muy bueno para mi, ya que me pude concentrar por unos 6 meses en entrenar, esquiar y hacer algunas travesías. Ahora que la nieve se empieza a retirar de este lado del hemisferio, es momento de esperar y extrañar para volver a empezar con muchas ganas el próximo invierno. Esta distancia obligada es muy buena para reflexionar sobre lo vivido y seguir aprendiendo.

Cómo se alimenta la movitación para hacer algo así? No tengo la respuesta a esa pregunta, pero si puedo contar respecto a como fue mi caso. Para mi hay 3 estaciones clave en esto: soñar, sostener y soltar. Digo estaciones porque funciona un poco como las estaciones, donde por intervalos predomina una, pero luego se retira para que venga otra.

Sobre Sostener

(la motivación, las ganas cuando no hay ganas, seguir andando)

Para mi lo más difícil de sostener fue entrenar con disciplina (6 veces x semana) por 6 meses. Me gustaría compartir algunas acciones que quizás pueden ser útiles a otras personas:

Salir al terreno cada mes / mes y medio. Por ejemplo la 1er salida fue a fines de junio, fuimos a esquiar con unos amigos. Ahí descubrí que tenía que empezar a trabajar la parte media del cuerpo (abdomilaes y espinales). Y que el entrenamiento que venía haciendo me permitía esquiar 3 días seguidos y sentirme como nuevo al otro día. Ese feedback fue muy importante para volver a entrenar con más motivación y ajustar mi plan de entrenamiento.

Agregar desafíos de montaña, travesías soñadas, de esas que no se si volveré a repetir, pero que se que requieren dar lo mejor de mi + un montón de cosas más para concretarlas. El gran sueño de este año fue el pico Argentino del Tronador. Si bien mucha gente sube a ese pico, lo importante es que representa un gran desafío para mi y respecto a mi nivel es una gran montaña.

Visualizar una imagen que será, pero que todavía no es. Esta imagen estuvo en mi cabeza mucho tiempo, sobre todo durante los entrenamientos. Me imaginaba subiendo por esta pendiente, desde donde se ve el lado chileno de la montaña. Esta es la foto original con la que me proyectaba:

y la que terminó siendo:

Decir “no, gracias”. En 6 meses surgieron muchas oportunidades para que deje de entrenar uno o varios días. A muchas de ellas les dije que no, priorizando este sueño sobre todo lo demás.

Cuando no hay ganas, esperar un poco. A veces llegaba a casa y no tenía ganas de ir al gimnasio. Entonces me tomana un café con leche, me hacía una rica merienda y después me iba a entrenar.

Seguro a mil formas más de sostener la motivación, este fue solo una de ese abanico de posibilidades. Me pregunto, cómo haran lo demás?

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