domingo, 10 de mayo de 2009

Mas alla de las altas cumbres

Estando en Madrid, caminando por una feria de libros en la calle, encontré un señor mayor sentado que vendía libros autografiados. A cada persona que pasaba y demostraba interés le contaba toda la dedicación y afecto que había puesto en este trabajo que sería su legado. La conversación me llamo la atención y al ver que el libro se llamaba "Más alla de las Altas Cumbres", mi curiosidad se despertó aún más. El señor, muy amablemente, me preguntó si era montañero y con estas palabras comenzamos a conversar. Me mostró las fotos de su libro, en donde estaba él muy joven con sus hermanos, de mayor con amigos, los dibujos hechos a mano por él mismo y me leyó algúna poesia relacionada con la montaña. Él se sintió muy contento de saber que su libro iba a realizar un largo viaje, no se esperaba llegar a un país como Argentina.

Se tomó su tiempo para dedicarlo y firmarlo, y mientras lo hacía, me decía que para él, a esta altura de su vida, lo importante era hacer las cosas bien, con dedicación y pasión. Se esforzó por hacer la letra prolijamente y contaba que un trabajo hay que hacerlo bien desde el principio hasta el final, que este iba a ser el legado de su vida y quería ser recordado de la mejor manera posible, con este objetivo no escatimó en dedicación.

Me emocionó mucho la pasión y la dedicación de este buen hombre. Ojalá a su edad siga emprendiendo cosas de esa manera. Su libro se titula de la misma manera que este post.

Martes con mi viejo profesor

Hace poco encontré un libro de esos que valen la pena leer y compartir con los demás. Se llama "Martes con mi viejo profesor" o "Tuesday with Morrie". Es la historia de un señor mayor (Morrie) que sufre de una grave enfermedad y se reencuentra con un viejo alumno suyo después de varios años sin estar en contacto. Es una historia real, contada por el alumno, donde todos los martes charlan sobre distintos aspectos de la vida, como el mundo en que vivimos, la cultura, la amistad, el amor, la familia, la muerte.

Es interesante ver el contraste entre los puntos de vista del alumno y del maestro que se está preparando para el final de su camino. Yo como lector me sentí muy identificado con el alumno y me hizo gracia cuando dice que si la cultura no funciona, no hay que tragársela, uno tiene que crearse la suya. Estamos acostumbrados a ver la muerte como algo malo, pero en este caso, Morrie enseña como usarla para poner las cosas en otra perspectiva que nos permite dar valor a las que son realmente importantes.

Este libro me enseño que tengo muchas cosas por aprender, por entender y ejercitar diariamente. Como vivir más tranquilo, disfrutanto más de cada día, pasando tiempo de calidad con las personas. Me gusta escribir y sin embargo hace años que no lo hago por no tener tiempo. Evidentemente no estoy poniendo mis energías en el lugar correcto, algo de lo que tambíen trata el libro. Vivimos entre tensiones y encontrar el equilibrio a veces resulta difícil. Creo que es fundamental no dejarse llevar por las presiones, como correr porque hay proyectos con fechas comprometidas y anteponer el objetivo a las personas, porque fortalecer las relacionas humanas tiene que ser el objetivo de todos.

Me gusta encontrar libros como este, tan universales y simples a la vez. Motivadores, de esos que invitan a relfexionar, que aportan otra dimensión a mi acotado punto de vista y me ayudan a ser una mejor persona. Me encantaría poder escribir y ofrecer un mensaje que ayude a otros, como lo hizo este libro conmigo.