jueves, 5 de abril de 2012

Vennspitze - Las montañas y su gente

Hola, cómo estás?

Antes de empezar a leer, te sugiero que pongas está música de fondo: http://www.youtube.com/watch?v=UwTNgh9HAD4. Y si te es posible, hacete unos mates también. Yo acabo de conseguir uno y lo estoy estrenando escribiendo esta historia.

Ahora si podemos empezar.

Imaginate un lugar donde los abuelos salen a pasear y suben montañas nevadas de 2300 metros.

Donde la gente sale a hacer esquí de travesía con su perro.

Una vez, en ese lugar, al pié de la vía, me di cuenta que me había olvidado los bastones, algo fundamental para poder subir. Caminé 20 metros hasta la puerta de la primera casa y en mi mejor inglés traté de explicar que me los había olvidado. La sra. muy amablemente se dió vuelta, agarró un par que tenía en el lugar donde en Argentina colgaríamos las camperas o las llaves, me respondió en alemán y con mímicas que los deje al lado de la puerta cuando termine la travesía, porque no iba a estar por la tarde. A la vuelta se los dejé y le escribí "danke" (gracias) con almendras y pasas de uva, que era lo único que tenía para escribir.

Aca, con un par de esquíes, piernas y pulmones, podés descubrir un paisaje como este.

Y también, si querés, aprovechar para saludar a alguien, como a los amigos de Inicia en su campaña Incia para armar, donde nos recuerdan que al igual que la sociedad, a Inicia lo hacemos entre todos.

Todo en este lugar para mi es una puerta hacia un nuevo aprendizaje. Como esta pendiente donde Sophie, la sra. dueña de la casa, me enseño a hacer giros cortos, dando un pequeño salto antes de girar. No pude hacer eso sin caerme, todavía tengo que seguir practicando...

La travesía termina tomando una buena Knödel Suppe (sopa que toman los granjeros después de trabajar en el campo) junto Sophie, Rafael (hijo) y Cristian (compañero de la casa).

Sabés que es lo más difícil del esquí? Para mi es perder el miedo a caer. Cuando la pendiente es fuerte y está helada es como pararse al pié de un abismo. Lo más natural es echar el cuerpo para atrás. Sin embargo, para esquiar hay que inclinar el cuerpo hacia adelante, abrazar la gravedad y confiar en los esquíes, que ellos van a doblar. Si no les das el 100% de la confianza, entonces no doblan. Curioso, no? Pasará lo mismo con las personas?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me da mucho gusto y placer ver como estas disfrutando y aprendiendo en este viaje.
capaz sea tu lugar en el mundo,pero yo creo que estas modificando el mundo para que sea tu lugar.
cuando quiero escapar, cierro los ojos y recuerdo esa primer impresion que me dio ver al majestuoso nevado de acay y sentir que me llamaba.....es un verdadero privilegio creo yo, que nos toque algo como eso, bajando una pendiente,a 6000 metros, etc...etc...ser feliz y puro con lo que uno ama.
buenos descensos fer y aca te estamos esperando todos.....

Y.I.

Fernando Claverino dijo...

Hola Nahuel! Muchas gracias por escribir, muy bueno lo que escribiste. Es cierto, hay algunas impresiones en quedan grabadas debajo de la piel, y son las que me hace volver. Sin duda tenemos suerte de haber descubierto una actividad como esta.

te mando un abrazo grande!